Capoeira

En Brasil a partir del siglo XVI fue escenario de una de las mayores violencias contra el pueblo. Más de dos millones de negros fueron traídos de África por los colonizadores portugueses, para que se tornaran esclavos en las labores de caña de azúcar. Tribus enteras fueron subyugadas y obligadas a cruzar el océano como animales en grandes navíos de negros. Pernambuco, Bahía y Río de Janeiro fueron los puertos finales de mayor parte de ese tráfico.

Al contrario de lo que muchos pensaban, los negros no aceptaban pacíficamente el cautiverio; la historia brasilera está llena de episodios donde los esclavos se rebelaban contra la humillante situación en que se encontraban. Una de las formas de esa resistencia fue el Quilombo; comunidades organizadas por los negros fugitivos, en locales de difícil acceso, como las zonas altas de los sembradíos. El mayor de esos quilombos se estableció en Pernambuco en el siglo XVII, en una región conocida como Palmares, especie de estado africano. Distribuido en pequeñas poblaciones llamadas "mocambos" y con una jerarquía donde en la cumbre se encontraba el rey Ganga-Zumbi, Palmares pudo haber sido el comienzo de las primeras manifestaciones de la capoeria.

Desenvuelta para ser una defensa, la Capoeria fue siendo enseñada a los negros entonces cautivos, por aquellos que eran capturados y volvían a los engaños. Para no levantar sospechas, los movimientos de la lucha fueron siendo adaptados a las canciones y músicas africanas para que parecieran una danza. Así, como en el Candomblé, cercada de secretos, la capoeira se pudo desenvolver como forma de resistencia.
Del campo para la ciudad la capoeira ganó la malicia de los esclavos de "ganho" y de los frecuentadores de la zona portuaria. En la ciudad del Salvador, los capoeristas organizados en bandas provocaban alboroto en las fiestas populares y reforzaban el carácter marginal de la lucha. Durante décadas la capoeira fue prohibida en el Brasil. La liberación de su práctica se dio apenas en la década de 30, cuando una variación de la capoeira (más como disciplina deportiva que como manifestación cultural) fue presentada al entonces presidente, Getúlio Vargas. De allá para acá la Capoeira Angola se apropió en Bahía manteniendo una fidelidad ensus tradiciones, gracias, principalmente a su gran creador, Mestre Pastinha, que jugó capoeira hasta los 79 años, formando generaciones de angoleros.
Hoy sus discípulos organizados en la Asociación Brasilera de Capoeira Angola (ABCA), con sede en el Centro Histórico de Salvador, escriben nuevas páginas de esa noble arte.
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